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Relatos participantes 23/24

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UN PUEBLO
DE PELÍCULA

C.E.O. Miguel Delibes
3º ESO

Todo empezó cuando nací, el 14/11/1995, y mis padres decidieron llamarme Sara.
Mis padres trabajaban en la tienda del pueblo. De pequeña disfrutaba mucho del pueblo y tenía varios amigos. Con el paso del tiempo cumplí 13 años y ya no me gustaba tanto el pueblo, no tenía amigos ya que todos se habían marchado a la ciudad. Me tuve que cambiar de colegio ya que el de mi pueblo cerró, porque no quedaban niños. Ahí hice muchos amigos y me lo pasaba muy bien, pero en mi pueblo no era feliz, me aburría y todo eran contratiempos. Mis padres con la tienda ganaban bastante dinero, porque gente mayor sí que había. Tenía una vida bastante buena.

A mis 16 años me fui a la ciudad yo sola, a cumplir mi sueño, que era estudiar cinematografía. Me quedaba en una residencia porque no tenía la edad para vivir sola. Cada noche me tumbaba en mi habitación, miraba al techo y pensaba lo mucho que echaba de menos el pueblo. Salir a dar una vuelta todas las tardes, tener mis horarios, hacer lo que quisiese, ver a mi familia diariamente… La vida en la residencia era bonita pero difícil. Iba de vez en cuando, pero muy poco, los veranos eran divertidos porque venía gente. 

En ningún momento olvidé el pueblo. Al acabar la carrera, aunque fue difícil, volví al pueblo, pero con la idea de rodar una película. Me acordé de que tenía un amigo que era muy buen actor. Estuvimos hablando sobre quién quería participar en la película y quién no. Conté con un grupo de personas, los demás no estaban interesados y se marcharon. Estuve organizando los roles de cada actor y tras haber quedado de acuerdo empezamos a organizar los lugares.

La película trata de un pueblo que se dedicaba a la lana. Antes en el pueblo había unos prados donde había una antigua minería, que cayó en ruina y cerró. Los miembros de la empresa de la lana compraron los campos para meter las ovejas. Todo fue bien durante unos años. Uno de los gerentes de la empresa tenía un comercio ilegal escondido entre la lana y traficaba con latinoamericanos. Vino un supervisor llamado Joaquín Sánchez y lo pilló y ya viene la trama.

 

El resultado nos gustó a todos. La empezamos a anunciar hasta que salió en cines. Hubo mucho éxito en taquilla y desde ese día les gustó el pueblo y todos los días recibían a turistas y el pueblo creció. 
 

MIXED FEELINGS

C.E.O. Miguel Delibes
4º ESO

A medida que nos vamos haciendo más mayores, tenemos que empezar a tomar decisiones porque vamos teniendo que ser más responsables. Una de las primeras puede ser hacer nuestra vida en nuestro pueblo o establecernos en otro lugar. A la hora de elegir, valoraremos ambas posibilidades teniendo en cuenta lo que nos dice la razón y lo que queremos. Esto nos generará unos sentimientos encontrados que nos harán dudar, porque nunca sabremos qué opción puede ser la mejor.

 

Quedarme suena tentador, porque siento el pueblo como algo mío, es donde he estado siempre, he vivido y he compartido muchos momentos con la gente que más me importa, pero las dificultados que puedo tener para encontrar trabajo me hacen dudar. Poco a poco los pueblos se van quedando sin servicios que a la larga podemos echar de menos, por ejemplo, en un futuro ni siquiera tendremos ni colegio, ni instituto, ni centro de salud. Además, cada vez quedamos menos, nuestros amigos cada vez vienen menos y podemos llegar a sentirnos solos. Si por nosotros fuera elegiríamos estar aquí siempre, disfrutando como siempre hemos hecho, ¡sería magnífico poder lograrlo!

 

Por el contrario, irnos a vivir a otro lugar nos permitiría más y mejores oportunidades de trabajo y crecimiento personal, ya que podríamos conocer a más gente, ampliando nuestras amistades y horizontes, enfrentándonos a situaciones que nos harían salir de nuestra zona de confort. También sabemos que en una ciudad podríamos tener acceso a cualquier tipo de servicio que necesitáramos en cualquier momento dado. Sentimos cierto miedo a perder el vínculo con nuestras personas en nuestro origen, a alejarnos de nuestros seres queridos y poder llegar a perder el contacto con ellos, sintiéndolos lejos también interiormente. Abrirnos a otras situaciones puede causarnos ciertos nervios a lo que nos es desconocido a lo que no sabemos si podremos hacer bien.

 

En conclusión, tenemos sentimientos encontrados ya que nuestro futuro es una incógnita, desconocemos qué nos deparará la vida y si nos irá como queremos o no. Estamos muy ilusionados porque pensamos que, con nuestro esfuerzo, con nuestra voluntad, con nuestras ganas y con nuestro trabajo seremos capaces de tomar una decisión acertada teniendo en cuenta lo que pensamos que puede hacernos más felices. ¡Ojalá sea así!

ESPAÑA VACIADA

C.E.O. Miguel Delibes
1º ESO

Esta es la historia de Manuel, el chico de 15 años que vive en Macotera. Este año ha terminado el instituto y tras mucho pensarlo Manuel ha decidido que se va a vivir a Salamanca, quiere estudiar una FP de mecánica.

 

Los padres de Manuel están contentos de que su hijo progrese en los estudios y están haciendo la mudanza con mucha ilusión.

 

Hoy ha llegado el día y Manuel ya se va de casa. Hoy, día 17 de septiembre empieza las clases.

 

Dos años después Manuel terminó la FP y encontró trabajo en Barcelona. Ese mismo año, por desgracia, falleció el padre de Manuel, murió de un infarto, y así es como Amparo, la madre de Manuel, terminó viuda y a 500 km de su hijo.

 

Esta historia nos hace abrir los ojos con un caso drástico de por qué hay una necesidad urgente de equipar los pueblos con más oportunidades de estudio y trabajo más abiertas.

 

Al cabo de los años, Manuel habiendo triunfado en Barcelona en uno de los mejores talleres de la ciudad, decidió volver a su pueblo. Su madre estaba muy contenta. Manuel iba a abrir un taller en su pueblo. El taller funciona muy bien y el pueblo estaba aumentado su población gracias a los trabajos que generaba el taller.

 

Manuel se dio cuenta de que su verdadera motivación era ver vivo a su pueblo, y por eso Manuel empezó a invertir todo lo necesario como para que otros chicos en su caso tuviesen la oportunidad de estudiar y emprender sin tener que dejar su pueblo. Él invirtió en el instituto y añadió una mayor variedad de estudios y creó una asociación para jóvenes emprendedores, para poder asesorarles y ayudarles con incentivos financieros. Así es como el pueblo volvió a ser lo que fue algún día, volvió a haber mucha juventud, más de 200 jóvenes matriculados en el instituto, una cantidad ingente de negocios.

 

Los pueblos son lugares perfectos para vivir, pero sigue estando el problema de que los jóvenes se ven obligados a migrar, ya sea por los estudios o por los trabajos. Si dejasen de existir esos problemas la juventud podría quedarse en los pueblos.

RELATO

C.E.O. Miguel Delibes
1º ESO

Actualmente en 2023 más de 3400 pueblos corren el riesgo de desaparecer por causa de la despoblación: esta es la historia de Macotera, que en la época de nuestros abuelos llegó a tener más de 3600 habitantes y actualmente tiene 1000.

 

En un pueblo de la hermosísima provincia de Salamanca vive un chico llamado Julio. Él vive en un pueblo de no más de 1000 habitantes, llamado Macotera. Este pueblo ha caído mucho en los últimos años puesto que había llegado a tener más de 3613 habitantes. Actualmente muchas familias se han ido del pueblo y ahora la familia de Miguel, que es el amigo de Julio, ha decidido mudarse a Zaragoza por la falta de trabajo en el pueblo.

 

Julio ha juntado a jóvenes, adultos y ancianos para conseguir formar trabajos en el pueblo, una de las personas que ha juntado Julio es a Paulino, un señor que emigró a España en el año 1934 con tan solo 4 años. Él vivía en Francia, pero por culpa de una mafia que perseguía a su familia se vino a vivir a Macotera. Paulino con tan solo 6 años ya había empezado a trabajar. Paulino actualmente tiene 93 años y padece de un cáncer intestinal, él solo quiere ver al pueblo que le acogió con más gente y más trabajos. Por culpa de que Paulino trabajó desde los 6 años tiene mucha experiencia en este tema, aunque Julio tiene que darse prisa si quiere su ayuda…

 

Julio contactó con empresarios y a algunos los logró convencer para crear empresas agroalimentarias, servicios sociales, etc. Cuando los empresarios iban a comprar el terreno para empezar los negocios, Paulino se desmayó, pero por culpa de que en el pueblo no había hospital, Paulino se quedó muy grave, casi perdiendo la vida. Por suerte pudo sobrevivir, pero quedó con la mandíbula inmovilizada, quedándose sin poder hablar, también se quedó en silla de ruedas, era un milagro que siguiera vivo. Julio tuvo que dejar descansando a Paulino y siguió con su trabajo. Julio hizo los papeles para que 8 empresarios creasen sus empresas en el pueblo. Los empresarios empezaron a construir sus locales y mientras tanto Paulino se recuperaba.

 

El 14 de mayo de 2024 era el día que se mudaba Miguel a Zaragoza. Ya habían pasado unas semanas desde que terminaron los locales las empresas de Macotera y empezaron a reclutar gente para el trabajo. ¿Le dará tiempo a Julio a terminar todo antes de que se mude Miguel?

 

A solo 2 días de la mudanza de Miguel salió Paulino del hospital de Salamanca y volvería al pueblo, pero tendría que quedarse con alguien y se quedaría con Julio.

Esa noche Paulino le daría las gracias a Julio por lo que ha hecho, pero se lo diría por una carta por la inmovilización de su mandíbula.

 

Día 14 de mayo, día de la mudanza.

Cuando ya parecía todo perdido y Miguel ya tenía las maletas hechas, Julio llegaba a contarle a Miguel que habían conseguido traer trabajo a Macotera y que estaban reclutando gente en el hospital y que como Miguel estudió medicina podía conseguir trabajo y… ¡Rin! ¡Rin! ¡Rin! Cortaban la conversación con una llamada, le dirían que Paulino estaba tirado en la calle.

 

Julio y Miguel llevaron rápidamente a Paulino al hospital y gracias a Dios Miguel salvó con sus conocimientos de medicina a Paulino tres horas después…

Se despertó, Paulino podía hablar más o menos, podía mover una pierna. Miguel era un héroe. Miguel se quedó en Macotera trabajando en el hospital, Paulino se quedaría sano y Julio sería el alcalde de un pueblo de más de 3000 habitantes… ¡Macotera!

LA SALVACIÓN DEL PUEBLO

C.E.O. Miguel Delibes
2º ESO

Hace muchos años había un pueblo en las montañas, que con el paso del tiempo se fue quedando sin habitantes ya que anteriormente había sido un pueblo con multitud de habitantes, había niños, colegios, comercios y muchas plazas de empleo.

 

Un día, el pueblo recibió una carta anónima diciendo:

Buenas Sr. Cándido, le envío esta carta para decirle que en dos semanas irá maquinaria para quitar 10 hectáreas del bosque que rodea su pueblo para construir una fábrica de petróleo, ya que en esas montañas hay bastantes bolsas de petróleo, bajo una gran masa de tierra. También se lo comunico porque va a hacer falta bastante gente para trabajar en la construcción y cuando ya esté acabada. Un saludo.

 

Pero lo que el señor quería con esta carta era encontrar soluciones para evitar la construcción.

 

Una de ellas será ir a la ciudad y decirle al ayuntamiento lo que pensaban los vecinos sobre deforestar, pero, por otra parte, a los niños se les ocurrió hacer un video y subirlo a redes sociales para convencer a muchas personas y así, para el día de la llegada de las máquinas al pueblo, este fue muy aclamado por la gente, empezaron a llegar muchas personas de diferentes localidades para quedarse hasta la llegada de las máquinas.

 

La otra idea también se realizó pero casi no sirvió de nada, cada día venían más y más gente al pueblo y cuando empezaron a llegar maquinaria propusieron que, en vez de destruir esa tierra, se limpiara y se cuidara para que aumentara el turismo del pueblo, pero esa empresa lo denegó, hasta que un niño dijo que la empresa en vez de construir una fábrica, construyera varios hoteles y viviendas para los turistas y para la gente que quiera mudarse allí y la empresa aceptó y el turismo y la belleza del pueblo y del bosque relucieron como nunca lo habían hecho.

REFUGIO EN EL PUEBLO

I.E.S. Germán Sánchez Ruipérez
3º ESO

Mientras Hugo bajaba del avión, el taxi lo estaba esperando.


—¿A dónde quiere ir? — preguntó el conductor.


—A Zorita— respondió Hugo.


Durante el trayecto, Hugo iba metido en sus pensamientos, pues hacía mucho tiempo que no iba al pueblo, en esta ocasión el motivo de su visita no sería el ideal para volver, pues se avecinaba una guerra y el pueblo era el mejor lugar para refugiarse.


Cuando Hugo llegó, fue directo a casa de su difunta madre y se preparó para ir a comprar lo necesario para sobrevivir.


Cuando Hugo llegó, fue directo a casa de su difunta madre y se preparó para ir a comprar lo necesario para sobrevivir.


Cuando salió a la calle, la gente parecía estar tranquila. ‘’Tampoco hay motivo para asustarse, las bombas aquí no llegaran.’’ pensó Hugo.


Antes de irse a dormir encendió la televisión para ver las noticias sobre la guerra. El bando enemigo había empezado a bombardear la capital, Madrid.


Al día siguiente, cuando se despertó, fue a mirar el buzón y se encontró con una invitación para ir al bar del pueblo a ver las noticias todos los vecinos juntos. Cuando llegó ya estaban casi todos los habitantes allí. Hugo se acerco hasta la tele. Madrid ya estaba destrozada, y Barcelona iba por el mismo camino.


—Pobres ciudadanos, ¿qué será de esos que han dejado su hogar y su trabajo atrás? —comentó una vecina.


—Creo que el hijo de Pili tenía una empresa en Madrid, nos podría ayudar—dijo otro vecino.


—Hola, soy Hugo, el hijo de Pili. En Madrid tenía mi empresa y he perdido muchos trabajadores por la guerra, así que he pensado seguir con mi empresa aquí para poder ayudar a aquellas personas que no quieran volver a la ciudad y puedan acceder a trabajos— dijo Hugo.


Más tarde, Hugo hizo una reunión con todos los jóvenes de la zona para ofrecerles trabajo y así hacer crecer su empresa. Algunos de ellos que no accedieron a el puesto de empleo que se les ofreció y crearon su propia empresa con ayuda de Hugo, ya que él tiene contactos en grandez ciudades que han facilitado la creación de estas.


Los jóvenes agradecieron a los ciudadanos del pueblo por haberles ayudado a difundir sus empresas y apoyarlos en todo momento. También los ciudadanos de los pueblos agradecieron a los jóvenes por crear las empresas y no irse del pueblo.

LA SUERTE DE VIVIR EN EL PUEBLO

I.E.S. Germán Sánchez Ruipérez
3º ESO

Guti, un adolescente residente en Cantalapiedra nos contará como es la vida en el pueblo.

 

Confiesa que sus padres se han replanteado más de una vez la idea de mudarse a una gran ciudad para tener mas oportunidades de trabajo y una mejor vida.
Cantalapiedra estaba perdiendo su color y cada vez las calles eran más oscuras y frías por las noches, los vecinos se quejaban de que solo había gente en el pueblo cuando eran fiestas.


- ¡Desde luego esta juventud de hoy en día! -dijo un vecino.


Guti quiere quedarse en el pueblo porque tiene allí a sus amigos y le costaría mucho hacer nuevas amistades ya que lleva toda su vida en el pueblo. Sin embargo, sus padres ya no ganan lo mismo. Su padre Antonio tiene que pagar fertilizantes muy caros para sus tierras y la cosecha está empeorando mucho, su madre Laura no trabaja por el escaso trabajo que hay en Cantalapiedra, esto conlleva a problemas económicos.


Finalmente, la familia, para el bien de todos decidió crear una empresa familiar de catering, esto supone una subida económica muy buena para el pueblo y la familia.
Empezaron montando un restaurante-bar que daba comidas, cenas e incluso desayunos y hacia bailes en las fiestas. Los habitantes también iban a jugar a las cartas, ver la tele y otras actividades que les proporcionaba el bar.


Como la población era mayoritariamente de tercera edad, empezaron a llevar comida a domicilio a las personas mas necesitadas. Cuando pasaron los años cultivaron un huerto y empezaron a vender a los pueblos más cercanos, a cambio de un beneficio económico. En verano volvieron a abrir la piscina con un bar y contrataron a 5 jóvenes para que también tuvieran oportunidades de trabajar sin salir de su pueblo y encima ganando dinero para sus caprichos.


Sin darse cuenta la familia que quería abandonar su pueblo para irse a una ciudad con mayores oportunidades de empleo había hecho “una mini ciudad” en un pequeño pueblo, con empleo y diversión. Cantalapiedra estaba recuperando su luz poco a poco.

DE VUELTA AL PUEBLO

Colegio La Encarnación
3º ESO

Otra vez aquí, he vuelto a mi pueblo después de mucho tiempo, vuelvo a tener la misma sensación de paz, tranquilidad y libertad.


Mi pueblo para mí siempre ha sido un lugar muy especial. Gracias a él, tengo muchos recuerdos y siempre es un regalo poder volver a él. Pero, no me fue posible quedarme aquí, ya que no había casi oportunidades de trabajo ni salidas laborales.

Ahora que he vuelto, he notado las cosas muy diferentes; ha cambiado radicalmente para bien; aunque mis seres queridos y vecinos estén mas viejitos, el pueblo está casi nuevo y no se encuentra apenas un local cerrado.

Iba paseando por las calles principales y notaba que el pueblo estaba más activo; había mucha gente que ni si quiera conocía, negocios que jamás pensaba que tendría Peñaranda de Bracamonte. 


Han establecido estudios universitarios como ingeniería informática, química, entre otras. Además, han mejorado las líneas de transporte público: las de trenes, autobuses y han añadido bicis eléctricas para circular por el pueblo de manera ecológica.

 

También me ha llamado la atención, las nuevas tiendas de ropa que hay para adolescente y la cantidad de actividades nuevas de ocio para los jóvenes y los más mayores.


Pero, de todo esto, lo que mas me ha impactado ha sido la mejora de los centros educativos, sobre todo de los colegios, ya que han abierto dos nuevas escuelas. Una de ellas, para niños con discapacidades y que no pueden seguir el ritmo habitual de una clase. Y la apertura de nuevos parques infantiles con monitores que se encargan especialmente de ellos.


El ámbito sanitario también ha avanzado mucho. Han establecido un pequeño ambulatorio, dónde realizan operaciones leves y pueden hospitalizarte sin necesidad de ir a un hospital más lejos como el de Salamanca y que están 24 horas disponibles para nuestra sociedad.

Al día siguiente, me levanté temprano para ir a visitar a una antigua vecina; ella me explico que todo el dinero provenía de un proyecto que había decidido invertir en el pueblo para hacerlo crecer. Después de un rato, fuimos al mercadillo como antes lo hacía cada jueves, y me siguió contando la finalidad de este programa.


Allí, observé con mis propios ojos el resultado de aquel proyecto. ¡Hasta el mercadillo había crecido! Ahora lo consideraban el mejor mercado de la zona, con productos de la tierra; de calidad, abundantes y a un precio asequible. Peñaranda ahora esta en periodo de bonanza, gracias al desarrollo de su punto fuerte: la agricultura.


En conclusión, Peñaranda de Bracamonte sigue siendo el pueblo con la misma tranquilidad, pero, con nuevas mejoras que satisfacen nuestras necesidades básicas como si viviéramos en una gran ciudad. 
 

LA BONITA HISTORIA DE LORENZO

Colegio La Encarnación
3º ESO

Lorenzo era un señor que tenia 60 años, y desde pequeño siempre había vivido en su pueblo. Se quedó en el pueblo porque pensaba que iba a vivir muy bien, ya que allí tenía su trabajo en el campo, donde habían trabajado durante generaciones sus abuelos, sus padres y sus hermanos.


Vivía en una casa que hacía muchos años habían construido sus abuelos y en la que se había criado su padre, y después sus hermanos y él mismo. Le tenía muchísimo cariño a esa casa y, además, tenía la suerte de haberla heredado y, como había sido de su familia desde hacía mucho tiempo, no tenía que pagar hipoteca.


Lorenzo conocía a todos sus vecinos y, aunque vivía solo, tenía a sus amigos de toda la vida siempre cerca.


Todos los días salía pronto para trabajar, tenía varias tierras que también había heredado de su familia, y otras más que había ido comprando con su esfuerzo desde que empezó a trabajar cuando era más joven. También tenía a las afueras del pueblo un terreno con una nave en la que guardaba sus preciados tractores. En sus tierras y en esa nave se pasaba la mayoría del día ya que le gustaba mucho su trabajo.


Pero un día decidió tomarse un descanso. Ese día se levantó y habló con su hermano y le comentó que había oído hablar de un musical que se estaba representando en un teatro de la capital y le gustaría verlo. Le propuso a su hermano ir a juntos y a su hermano le pareció una excelente idea. Entonces fueron en coche hasta la estación de tren para coger dos billetes y poner rumbo a Madrid.


Cuando llegaron a la capital, visitaron la ciudad, fueron a las tiendas a comprar y después se sentaron en la terraza de un bar y cenaron tranquilamente. Después fueron al teatro, a ver el musical que habían planeado, y después regresaron a su hotel. Cuando llegaron al hotel intentaron dormir, pero les costó descansar ya que había mucho ruido en el exterior, por todo el tráfico, bares, y discotecas que había cerca.


Cuando se levantaron, desayunaron y Lorenzo le dijo a su hermano que él no aguantaba una noche más en la ciudad sin poder dormir, así que decidieron volverse al pueblo.


Al día siguiente, cuando ya estaban de regreso en el pueblo, mientras volvía al trabajo, Lorenzo observó que varias personas estaban corriendo asustadas por una de las calles del pueblo. Lorenzo preguntó a una de sus vecinas qué ocurría, y ella, con mucha tristeza le dijo que una de sus tierras se estaba quemando.


Asustado por poder perder una parte de su cosecha, Lorenzo llamó inmediatamente a los bomberos.


Desesperado, Lorenzo intentaba apagar el fuego mientras esperaba que los bomberos llegaran. De pronto, miró hacia atrás y vio que casi todos los vecinos del pueblo corrían con cubos de agua para ayudar a apagar el fuego. Pasado un tiempo llegaron los bomberos y consiguieron apagar el fuego y todo el mundo empezó a tranquilizarse.


Lorenzo había perdido parte de su cosecha de aquel año y se puso a llorar.


Sus vecinos y amigos intentaban consolarle, explicándole que él podía contar con su ayuda, y que una nueva cosecha volvería a crecer la siguiente primavera. Lo que no
sabían sus amigos era que Lorenzo no lloraba solo por la cosecha perdida, sino por la emoción que sentía al ver que casi todo el pueblo se había volcado con él para ayudar a apagar el fuego. También se había dado cuenta de que viviendo en el pueblo tenía muy cerca las cosas que más valiosas para él: su casa, sus tierras, su familia y sus amigos, la salud y... la felicidad.

MANUEL VISITA MADRID (COMO EN CASA EN NINGÚN SITIO)

Colegio La Encarnación
3º ESO

Manuel es un chico de 14 años que vive en Peñaranda de Bracamonte.
Hace unos meses se fue de viaje a Madrid a ver a sus primos. Llegó cansado del viaje y después de cenar y contar a sus parientes las novedades que habían pasado en el pueblo se fue a dormir.


A la mañana siguiente, junto con su primo mayor, se fue a un bar cercano a la casa de sus familiares para desayunar. Después de pagar el desayuno salieron del bar.
En Madrid había mucho más tráfico que en Peñaranda, y eso a Manuel no le hacía mucha gracia.


Los dos primos iban hablando por la calle, poniéndose al día porque hacía mucho tiempo que no se veían. De pronto, al cruzar un paso de cebra, un taxi que venía con mucha velocidad atropelló al pobre Manuel. Su primo llamó rápidamente a la ambulancia.


La ambulancia tardó unos minutos en llegar, y se lo llevaron acompañado de su primo mayor. El resto de familia fue en autobús para ver como esta Manuel.


El médico le dijo que se quedara una semana para ver cómo va su recuperación, Manuel enfadado dijo:


- ¡No vuelvo a venir a Madrid! Me quedo en mi pueblo porque no hay tanto tráfico.


Al terminar la semana le dieron el alta y se volvió a su pueblo. Su madre estaba desesperada porque su hijo llegara.


Cuando Manuel entró por la puerta, comenzó a contarle todo a su madre. La madre le dijo que lo entendía porque en Madrid hay mucho tráfico, en cambio en Peñaranda no hay tanto.


Después de hablar con su madre quedo con sus amigos y les contó su aventura en la capital. Más tarde se fueron a “La huerta”, uno de los parques de su pueblo, a jugar al futbol y cuando terminaron el partido se fueron al kiosco que estaba al lado a comprar agua y unas pipas.


Pasaron los días, y Manuel se dedicó a disfrutar de su tiempo con amigos, paseando y jugando por las calles de su querido pueblo. La tranquilidad de las calles y poder saludar a todas las personas conocidas con las que se cruzaba le gustaba mucho. Le hacía sentirse en casa.


A pesar de que pensaba que ya conocía cada rincón de su pueblo, decidió aprovechar las vacaciones para explorar más a fondo los alrededores, descubriendo lugares que ni siquiera conocía.


Una tarde de verano, mientras paseaba por las calles de Peñaranda, Manuel se encontró con que ya habían montado la feria, que se celebraba cada año en agosto. Rodeado de luces, risas y con sus amigos al lado, sintió que la vida en su pueblo le gustaba. Le gustaba mucho. Se subió a la noria y observó su pequeño pueblo desde las alturas, apreciando cada detalle que lo hacía especial. Pensó que su pueblo era el mejor del mundo.

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